La parroquia de Nuestra Señora de La Encarnación fue el
primer templo cristiano construido en Santa Cruz de La Palma, segundo a nivel
insular tras el de San Miguel en Tazacorte. Alrededor de ella se levantó la
parte más antigua de la ciudad.
Fue saqueada, como la mayor parte de la ciudad, por el pirata francés François Le Clerc, pero logró sobrevivir al incendio provocado por el mismo.