Santa Cruz de La Palma nace bajo el realengo de Alonso
Fernández de Lugo y orientada al este como otras ciudades realengas. Esta
coincide con la norma y la época de ciudades de cara al mar, y precedida en su
nombre por el símbolo cristiano de la cruz que simboliza la cristianización del
mundo pagano, y legítima la conquista en nombre de Dios. La ciudad comienza a
construirse en la zona de La Alameda, antiguamente conocida como barrio
de La Asomada. En un principio tuvo diseño lineal, a lo largo de
la costa, siguiendo el estilo portugués.
Se le concedió el título de Villa
del Apurón y posteriormente, en 1542, se le da el título que posee
actualmente de Muy Noble y Leal Ciudad. Cuenta con uno de los patrimonios
arquitectónicos más importantes de Canarias; muchas veces amenazado por el
temblor de tierra que se produjo el 3 de mayo de 1632, los esporádicos
incendios, especialmente el de 1770, o por la reciente especulación del
terreno. La calle Real agrupa lo mejor de la arquitectura opulenta
ornamentada. Responde a una distribución urbana lineal con calles paralelas y
perpendiculares al mar entre la costa llena de barrancos y acantilados.
La estructura urbana de esta capital se puede dividir en:
- El núcleo principal, la plaza de España, donde se encuentran las edificaciones más importantes constituyendo uno de los conjuntos históricos-artísticos más importantes de toda Canarias.
- La parte norte de la ciudad, en donde podemos ver lo que antiguamente se conocía como barrio de Santa Catalina.
- La zona sur, destacando entre otros, el Palacio Salazar
El trazado de Santa Cruz de La Palma tiene como eje principal la calle Real que recorre la ciudad de norte a sur. En la calle Real, las Casas Consistoriales (Ayuntamiento) representan el mejor exponente de la arquitectura civil palmera. La situación geoestratégica facilita la llegada de artistas, tanto de procedencia peninsular como extranjeros. Las calles principales en 1909 eran La Marina (Avda. Marítima), Santiago (Pérez de Brito), Álvarez de Abreu, Baltasar Martín, etc...
La historia de Santa Cruz de
La Palma puede dividirse en dos etapas, marcadas por un hecho singular
en nuestra isla, que transformó completamente el trazado y la ubicación de la
ciudad de Santa Cruz de La Palma. La primera etapa comenzaría en el momento de
la conquista, en el año 1493, hasta el año 1553, año en el que se produce un
hecho clave, la invasión y saqueo de la ciudad por los piratas dirigidos por
François Le Clerc o Pata de Palo. Esta fecha marcaría lo que es el
inicio de la segunda etapa de nuestra historia.
El siglo XVIII fue una etapa
de esplendor para Canarias en la actividad cultural, comercial y artística.
Santa Cruz de La Palma es una ciudad dieciochesca, ciudad de esplendor en el
comercio de vino, azúcar y seda con los Países Bajos, y especialmente
con América. Se caracteriza por su estilo neoclásico, aunque en
Canarias no se siguen las mismas normas. La estructura social estaba
controladas por una minoría de grandes propietarios, los terratenientes, nada
convencidos de cambiar su status de vida. El Neoclásico fue rápidamente
apropiado por la clase social alta, pues con esto rechazaban las tradiciones
populares.
Los elementos decorativos más
usados en la arquitectura del neoclásico son las columnas y los dinteles,
usados en el Renacimiento, pero aquí la diferencia se halla en que en el
Neoclásico no se mezclan los estilos artísticos, excepto en algunas ocasiones.
De este modo, los exteriores de las construcciones mostraban grandiosidad y
fuerza aunque no mantuvieron el orden neoclásico europeo, austero y rígido. Se
mezclaron los estilos para buscar la belleza. Sin embargo, en el
interior el efecto añorado es la comodidad y el bienestar.
También aparece el estilo mudéjar aunque influye a través de elementos
aislados.
Santa Cruz en 1890 |